sábado, 8 de septiembre de 2007

Los Fantasmas

1.
Ante nosotros otra vez el viejo yo.
Macabros malabares
Equilibrismo sin fin
(Y todo para conservar cierta entereza.)
Alegrías tristes,
Pasiones tristes.

Neurosis.

2.
Mi viejo yo me persigue en las
estaciones de subte.
Me grita cosas y no me deja hablar.¡
Qué maligno puede ser uno consigo mismo!
¿O ya no es uno ese viejo yo que ahí late?
Y si no es uno, ¿quién es?
Y si es uno, y es maligno,
¿cómo puede ser?
Cuando el viejo yo se esconde entre los instintos,
entre la sangre y la carne,
Y nos corre por los andenes…
No hay salvación ni entereza posible.

E.M.

1 comentario:

El placer de vagabundear dijo...

gracias elvira por escribir...

tratamos de editar lo menos posible