martes, 2 de octubre de 2007

El Club de la Pipa VII

"Tango de mi ciudad" Por HB.


Tangos maleables

Un hombre y un bandoneón, melodía que acaricia tus ánimos agitados,
y te despierta en la marea…
Abrís los ojos…
Interrumpes tu rutina agonía…

Miles de alientos pasan a tu alrededor pretendiendo hundirte en su prisa.
Tratan de arrástrate y absorberte con su velocidad.
Vienen de un lado y de otro con miradas ciegas e indefinidas,
condenados a destinos sostenidos hacia la mutilación de su deliberación.
Tu vista se nubla, la rapidez deposita en un acertijo a tus próximos pasos.

Miles de alientos chocan pero no explotan en un suspiro.
Se empujan e indultan para llegar primeo a la meta:
Un eterno ultimo éxodo eterno.

Miles de alientos participan en el mismo destino, aunque combatan
por un gramo de respiración, y se aniquilan con un soplido.

Un tren prendido fuego.
Miles de alientos escupen su estomago y su prisa,
descubriendo que eran solo hombres:

Miles de hombres en su éxodo eterno,
le aniquilaron sus alientos,
por eso no acompañaban cuando el bandoneón golpeaba.

Un hombre y un bandoneón, mira fijo entre miles de hombre,
y su mirada nostálgica se pierde junto a un país distante.

Golpea el bandoneón y aúlla la razón…
Cierras los ojos…
Proseguís el recorrido eterno de tu éxodo eterno…


NR



Alucinás un tango y una fiesta, unas fuerzas extrañas que atraviesan tus insomnios.
Y en seguida te entregas a la misericordia de la noche:

El duende de tu son, che bandoneón,
se apiada del dolor de los demás,
y al estrujar tu fueye dormilón
se arrima al corazón que sufre más.
Estercita y Mimí como Ninón,
dejando sus destinos de percal
batieron al final mortajas de rayón,
al eco funeral de tu canción.


Cuentas gotas que rebalsan de la mesa,
la medianoche trae el licor frió a tu dolor.
Recorres los rincones buscando algún centavo,
y tus recuerdos te invitan una ronda.
¿Olvidadizo serás valiente?

Bandoneón,
hoy es noche de fandango
y puedo confesarte la verdad,
copa a copa, pena a pena, tango a tango,
embalado en la locura
del alcohol y la amargura.
Bandoneón,
para qué nombrarla tanto,
no ves que está de olvido el corazón
y ella vuelve noche a noche como un canto
en las gotas de tu llanto,¡che bandoneón!


Suena el tango que ríe de los sueños, pero aquel sueño te esta olvidando,
bebes las huellas de tu destierro y agudizas tu seducción.

¿Hasta donde pueden sangrar tus placeres?

Construís figuras imposibles en un platito con maní.
Amarras tus manos a tus bolsillos, y descansas en tus silencios,
que se acomodan a una melodía que intenta recordar respuestas.


Tu canto es el amor que no se dio
y el cielo que soñamos una vez,
y el fraternal amigo que se hundió
cinchando en la tormenta de un querer.
Y esas ganas tremendas de llorar
que a veces nos inundan sin razón,
y el trago de licor que obliga a recordar
si el alma está en "orsay", che bandoneón.


Así aparece el final, la noche que pierde sus colores lóbregos,
y el ritmo de un tango no atendido lo acompaña en su retirada,
a esperar el bondi que lo lleve al sueño.

Otra noche más se escapa...
Los tangos maleables resuenan en tu fisura...
Y los primeros rayos cocinan tu carne
en un pancho noventa y cinco...

Suena el rock en la radio...
Ya es hora de despertar...


NR

(Gracias a Homero, y a su ¡Che Bandoneón!)

2 comentarios:

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

Cuando el enfoque hacia lo que realiza un amigo es pura, y exclusivamente, emotivo (esto ocurre con frecuencia), las interpretaciones posibles se cierran.
Difícil es decir: "qué mierda que escribiste", o "¿por qué no vas a un profesor de guitarra?" (como una vez dijo un amigo).
Así y todo, sabiendo que esta mirada está cargada de una gran emotividad (propia de haber compartido innumerables rutas), dejo mi comentario.
NR, muchas veces acusado de su inexpresividad o de sus complicaciones a la hora de entablar una comunicación, ha logrado juntar al tango, al rock y a un local de Panchos 95, todo en unas líneas.
Ahí nomás se dibuja en el aire la imagen de Homero sentado junto a Discepolín en una mesa de Panchos 95, debatiendo de bataclanas, timba y política, mientras se hace de día.

JP