Pintura de Fer.
El arrebato de los corazones
Quiere dormitar perpetuamente,
pero algunos sueños la despiertan,
entonces llora y revienta en miles de escombros
que se confunden en la calle.
De vez en vez abre los ojos y su extrañeza la inquieta
hasta reorganizarse con la llegada de un espectro de alas
que la invaden y la metamorfosean
bajo una nueva marea de supersticiones.
Pero sus sensaciones no pueden ser contenidas en su cuerpo,
y comienza a fragmentarse en miles de ficciones
que intentan reorganizarse bajo una de las agujas del reloj.
En ese malentendido existencial aparece el entendimiento
y hace de tu aliento una plataforma vacía…
Ya no hay lugar para tus repasos y maniobras extraordinarias…
Hombres educados y reflexivo agudizan tu dicha,
y tu inocencia florece violentamente,
retrocediendo tu posibilidad de desarmar los engranajes platónicos
que inmovilizan tus ojos.
Simbiosis eterna entre tu mente y tu contemplación…
Arrebato de los corazones en un mundo explosivo…
NR
No siempre el fuego prende la pólvora que se desprende de tus pasos.
Pero en esta ciudad todo revienta por los aires aunque el fuego no arranque.
Ciudad explosiva detrás de un torbellino de misiles impotentes:
milicias adiestradas a enredar sus cometidos con su intrepidez,
quitan tus ánimos del bolsillo, aniquilan tus consuelos,
y arrebatan tus corazones antes de fugar.
Ciudad explosiva, vuelan por los aires las sonrisas tristes...
Dos se miran pero no se reconocen.
Encuentro espejo,
desierto de juguetes sacrificados
que te confinan a lo irreconocible.
Por eso cuesta tanto arrancarle la treta a un soldado.
Por eso cuesta tanto despegar vuelo en tus alas…
Pero todavía quedan tus saltos, pequeñitos tus saltos…
Pero saltos… tras el paso de una cuerda que aun operas.
Perversa ciudad explosiva, te promete una senda
y deposita en sus baldosas explosivos inminentes.
Y tus saltitos, son tus saltos…
Inminentes combustibles de un nuevo salto.
NR
2 comentarios:
"Estoy obligado a tolerar que el sol salga todos los días. Es monstruoso. Es inhumano". (Julio, cap -83)
Y encima salta.
Pero entre los saltos, y no sin ellos, la posibilidad de decirlo. O de escribirlo como vos Negro, humanamente (con todo el peso de ese significante).
Cada día encuentro más formas de aprehender las cosas. Cada día entiendo más lo que decís, y me imagino qué me vas a contar antes de dormir.
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